recorrieron la sala en busqueda de la escultura. tomaron muchas fotos, hicieron algunos bocetos y tomaron otras tantas notas.
para un espectador ajeno parecerian una pareja feliz, pero solo ellos sabian la verdad.
el idilio imaginario fue cortado de tajo por un guardia muy gordo, moreno y con unos ojos tan claros como tristes que les interumpio para notificarles que el museo cerraria en diez minutos y que era prudente ir retirandose.
la intervencion habia vuelto las cosas al mismo lugar que hacia dos horas. cuidadosamente guardaron la camara, las libretas y caminaron muy despacio hacia la salida. solo se escuchaba una melodia silbada de manera muy tenue por el gordo con uniforme.
el barullo de la calle rompio el silencio al abrir la puerta principal.
- nunca habiamos ido juntos a un museo. gracias por acompaniarme.
- quieres ir por un cafe?
- pense que habias entendido...
- que cosa?
- que lo nuestro ya no es.
se quedaron callados por un par de minutos que parecian hechos de dias en lugar de segundos. sus miradas se evadian mientras sus manos jugueteaban sin un patron definido.
un globero, un dulcero y un vendedor de rosas desfilaron a su lado y les ofrecieron sendas mercancias pero las negaron todas. la luz empezaba a hacerse mas delgada y los pajaros cantaban todos al mismo tiempo. los autos comenzaban a encender sus luces.
- te volvere a ver algun dia?
- la vida da muchas vueltas...
volteo la vista para no mostrar los ojos llenos de lagrimas. se limpio con el dorso de la mano y le dijo:
- yo aun te quiero.
- lo se.
continuara...
