eran los primeros dias del anio y se sentia un frio intenso en todas partes, sin embargo, eso no me privo de salir a jugar con los vecinos. aun eran vacaciones y habia que enseniar y presumir los regalos que nos habian hecho durante las fiestas.
fuimos al parque. todos los ninios eran mayores que yo y en ese entonces no alcanzaba a comprender porque mis juguetes siempre eran menos atractivos que los de mis amigos y porque mis ropas se rompian mas rapido.
despues de jugar fuimos a la casa de uno de ellos porque nos invito a comer. en el camino se me rompio una de las llantas de plastico de mi camion de bomberos y por hacerme el valiente resisti el llanto, pero a todas luces mi expresion era inconsolable.
llegue a casa de mi vecino arrastrando los pies y con la cara caida de la tristeza. en cuanto nos sentamos a la mesa su mama se dio cuenta de la situacion. me pregunto que pasaba y tuve que voltearme para explicarle lo sucedido porque no queria que me viera que se me estaban saliendo las lagrimas. ni yo sabia si era coraje conmigo por mi descuido o coraje hacia el juguete porque se habia roto. lo que si sabia es que estaba triste y se me notaba a todas luces.
comi poco y casi no jugue en toda la tarde. cuando me preguntaba que que me pasaba yo decia que nada y seguia con la mirada perdida. vi a los papas de mi amigo hablar brevemente entre si y despues a los dos hablando con su hijo. al poco tiempo llegaron mi amiguito y su mama con un carrito nuevo para regalarme.
en ese entonces yo era muy chico para entender el concepto del dinero, pero ya habia descubierto la manera de intercambiarme...
continuara
