Jan 8, 2013

sonie


que encarnaba en una mujer entrada en anios. entre 50 y 60. con el pelo tan claro como la luna y con arrugas que llevaban alli mas de dos decadas.
con mas historias vividas de las que hubiera podido escribir o contar.

tocaba una cancion con una guitarra. un blues desgarrador que contaba una historia de un amor imposible que a la luz del tiempo, la distancia y la sabiduria que dan los anios fue volviendose realidad un dia a la vez.

tocaba al lado de un arroyo rodeado por sabinos que agachaban sus ramas para besar el agua y contar sus historias centenarias que eventualmente llegarian al oceano, se evaporarian y se harian verdaderas una vez mas al caer en forma de lluvia sobre gente que pensaba que vivia su destino, sin darse cuenta que lo que hacia era revivir historias pasadas, entremezcladas y cada vez mas intensas.

mientras tocaba comenzaba a llorar y la voz se me enronquecia. cantaba al punto de gritar pero mi canto no hacia eco.
el atardecer parecia no llegar nunca y el aire corria como un murmullo que formaba un coro de bajos para mi guitarra.

toque por horas. aranie las cuerdas hasta que mis manos sangraron.
cante hasta que mi garganta decidio que era imposible seguir emitiendo sonido alguno.
entregue mi alma en esa cancion.
termine mi cancion inconclusa.
desfalleci.

y comence a soniar que estaba en la oficina escribiendo una historia...

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