Jul 3, 2009

lagrimas 4

al tiempo que la cancion de despedida llegaba a su fin, la gente se aproximaba a la primera fila del lado derecho del pasillo e iban a saludarla y abrazarla.

ella esperaba paciente y estoicamente sentada en su silla de ruedas a la multitud de gente que se apilaba para darle el pesame, para rendirle pleitesia, para presentarle a sus hijos. incluso gente que no la conocia se acercaba y le tomaban la mano, la miraban en sus ojos secos y le regalaban una sonrisa confortante. ella despedia a todos con un esbozo de sonrisa que se aparecia entre sus cientos de arrugas y una mirada de piedad que es dificil de encontrar en estos dias.
asi estuvo por un tiempo que senti como eterno.

desde lejos la escena parecia la de una matriarca a quien la multitud acude en busca de consejos, aprobacion, permisos. la diferencia es que a ella nadie le besaba la mano y que nunca tuvo el caracter autoritario de los jefes de familia antiguos. la autoridad en su familia y en el pueblo se la habia ganado a base de misericordia, de sonrisas y de tener siempre una palabara oportuna para quien quisiera platicar con ella.


aproveche el momento para despedirme de algunos familiares. y en eso se acerco mi madre y me dijo:
- lo que pasa es que hizo sufrir a mucha gente.
- como?
- si, maruca fue muy grosera con su mama y con sus hermanos. sobre todo con su mama. que ironia porque durante sus ultimas semanas ella fue quien termino cuidandola.
- a que viene todo eso?
- querias saber porque la gente no llora?
- si
- esa es la razon. es mucho mas facil no llorar a alguien que en repetidas ocasiones te ha herido, te ha lastimado y ha sido grosero contigo. ella lo hizo durante mucho tiempo.
- pero es su familia.
- si, a su familia le hizo mucho danio.

preferi no indagar en mas detalles y escuche a luis ponerse de pie, caminar hacia el estrado y hablar al microfono:
- maruca, como olvidarte.
- maruca la artisa, la que siempre se fascino con las pinturas, con los colores y las curvas y siluetas de las esculturas que tanto nos maravillaban.
- maruca la intelectual, la que siempre tenia un tema de conversacion para cada persona, la que tenia una opinion inteligente e informada en los temas de actualidad, la que adoraba la historia y la filosofia.
- maruca la que siempre adoro a su pueblo. la que en sus ultimas semanas, cuando se sinitio bien, decidio regresar a reposar, a pensar, a recorrer su infancia y a repoblar sus recuerdos.
- maruca la rebelde, la que pensaba que las leyes y las reglas no aplicaban para ella, la que siguio sus instintos y consiguio sus ideales sin importar las consecuencias porque primero que nada creia en la libertad.
- maruca la hija. la hermana. la tia. la que en sus ulitimas horas se reconcilio con su madre y con sus hermanos.

luis siguo hablando por unos minutos mas en los que no preste atencion. termino de recordarla, rezo una letania, dijo amen y la mayoria de la familia nos encaminamos hacia la sala principal.

fui de los ultimos en salir. me quede parado en el hueco de la puerta y me di la media vuelta.
ahi estaba ella. se habia puesto de pie y estaba mucho mas encorvada que de costumbre. tenia una mano puesta sobre la plataforma de granito donde reposaba el ataud y con la otra mano sostenia un paniuelo que se llevaba a la cara constantemente para limpiar el sudor que corria por su frente.

la tristeza era mas que visible en su rostro. el dolor era tanto que se podia sentir como si fuera la humedad en el ambiente. en un clima semidesertico y mayormente seco, la capilla estaba tan humeda que todos habiamos salido con la ropa empapada y caminabamos con cuidado para no resbalar en el piso de granito salpicado de gotas de sudor.

estaba acompaniada por algunas de sus hijas y algunos de sus yernos. todos guardaban silencio. todos estaban de pie con las piernas separadas y las manos juntas al frente en una posicion militar y observaban atentamente cada moviemiento y escuchaban avidos lo que pensaban que iba a decir.
el cuadro era desolador. la tristeza que no se habia visto en todo el dia en el rostro de todos y cada unos de nosotros se veia ahora en sus arrugas, en el temblor de sus manos, en sus pies que de alguna manera ahora no parecian tan firmes.
evidentemente estaba devastada por dentro. el dolor de haber perdido hace ocho anios al hombre con quien estuvo casada cincuenta y ocho anios no era nada comparado con la muerte de su hija mayor. este dolor era mas agudo y parecia no soltarla.

de repente parecia como si el calor de las ocho de la noche fuera mayor al calor de las dos de la tarde. parecia como si el ambiente se hubiera tornado mas humedo. la sensacion era tan incomoda que me tuve que quitar el saco. voltee a mi al rededor y me di cuenta que no era yo el unico que lo habia sentido.

seguia observando muy atentamente y en eso alguien se acerco a la puerta de la capilla y cerro la puerta, como pidiendo privacidad. yo no podia dejar de observar asi que di unos dos pasos hacia atras y cuatro hacia la izquierda para poder seguir la escena a traves de una de las ventanitas de la puerta.
adentro nadie se movia, excepto ella, que se balanceaba hacia atras y hacia delante. habia soltado el paniuelo y ahora sostenia un rosario. las gotas de sudor caian constantes y habian hecho un pequenio charco en el suelo.

estaba yo tratando de descifrar su rostro y el de los demas cuando de repente se acerca mi padre y me susurra al oido:
- olividalo. nadie va a llorar. los garza no tenemos lagrimales.

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