Jun 22, 2009

fragmento

- acuerdate de mi cuando veas las flores, le dijo por telefono y terminaron la conversacion.

siguio su camino por unos minutos, se salio de la carretera, estaciono el auto y contemplo la majestuosidad de aquel lago que se extendia en el horizonte y que parecia continuar hasta el fin del mundo.
extrajo la camara del bolsillo de su saco e hizo un par de tomas que le llevaria a ella. dio media vuelta y en su regreso al auto se detuvo, corto una margarita de color blanco, la olio, imagino su cara, sus ojos, su presencia, se imagino acariciandole el cabello, le envio un beso que viajaria mas de cinco mil kilometros para llegar al destino de sus labios y reaundo su caminar.

una vez en el auto hizo una pequenia oracion, coloco cuidadosamente la margarita en el asiento del pasajero y se dio cuenta que habia oscurecido, asi que tuvo que encender las luces.

tomo un pequenio camino para poder reanudar su viaje por la via principal, pero la carretera parecia no ser la misma. algo habia cambiado en esos minutos y no podia determinar con certeza que era.
se encontro a si mismo pensando inconscientemente en ella, en que estaria haciendo, en la melodia indescriptible de sus carcajadas que tenian el extranio poder de dar vida a objetos inanimados y el de poner de buen humor a los ninios que las escuchaban.

apago la radio, intento poner atencion a los demas autos y al camino desconocido por donde circulaba. estaba en un pais extranio y debia concentrarse para no extraviarse puesto que era importante llegar a su destino a tiempo para no perder su vuelo del dia siguiente.
avisto un puente de acero como aun kilometro adelante por lo que saco la camara de su estuche y tomo otro par de fotos al lago y al puente mientras manejaba pensando en si le gustarian.

encendio la radio de nuevo y encontro una buena estacion de musica clasica. se detuvo en la octava sinfonia de beethoven y disfruto cada nota musical como si fuera la primera gota de lluvia que cae en tierras aridas despues de la temporada de sequia.

penso en ella, sintio que el pecho se le comprimia y comenzo a hablarle a la flor. le hablo bonito, quedito, a susurros, como se le habla a un ninio antes de dormir. le conto su vida en tres minutos y acaricio la flor suavemente con la mano derecha, paso su mano por el tallo y por los delicados petalos.
tomo el telefono y marco su numero. no obtuvo respuesta y contesto una grabacion. no sabia que decir y entonces hablandole a la flor y hablandole a ella al mismo tiempo dijo:

- acuerdate de las flores cuando me veas a mi.

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